VOY APRENDIENDO A VIVIR SIN TI
Voy aprendiendo poco a poco lo que es vivir sin ti,
sin tu sonrisa, sin tu voz,
sin tus palabras a veces corteses y a veces cortantes.
Voy aprendiendo a vivir sin ti,
sin tus consejos y sin tus versos.
Voy aprendiendo a olvidar lo malo y a recordar lo bueno,
voy aprendiendo que la vida se hace en detalles
y que a tu lado cada segundo fue un tesoro.
Voy aprendiendo a reconocer tu voz en aquellas cosas que te gustaban,
en los bananos y en los kiwis,
en los atardeceres enredándose en las buganvilias,
en la guitarra, en los sombreros,
en las canciones viejas,
en uno que otro verso de Cuauhtémoc Sánchez,
en el vestido verde floreado que tanto te gustaba verme puesto,
en el adorno de cabello que siempre quisiste que usara,
en las noches estrelladas, y en las no tan despejadas,
en la lluvia cayendo sobre mi cabeza, como solías hacerlo tú,
caminando entre la llovizna para sentir las gotas deslizándose en tu piel.
Voy aprendiendo a convivir con ello sin que me duela,
a disfrutar y sonreír con aquello, porque tú lo habrías hecho así.
Voy aprendiendo a sobrellevar la soledad cada noche
cuando llego a una habitación vacía, donde tú presencia ya no está.
Voy aprendiendo a acostarme temprano,
a dormirme entre mis recuerdos,
a tragarme las palabras que tenía para contarte,
a intentar escuchar lo que tú habrías querido decirme al final del día.
Voy aprendiendo a recostarme mirando al techo
mientras recuerdo el sonido de tu voz.
Voy aprendiendo a llorar y a sonreír al tiempo,
a llevarte conmigo aunque ya no estés.
Voy aprendiendo a encauzar tus palabras,
las que logro recordar,
para sobrellevar mi vida como cuando estabas aquí,
para encontrar la fuerza que me dabas tú.
Voy aprendiendo a vivir cada día como lo hubieses querido tú,
voy aprendiendo a soñar, a sentir, a reír como tú.
Voy aprendiendo a caminar sin ti,
pasito a paso, a seguir sin ti,
poquito a poco a sonreír por ti, a vivir por ti.
Voy aprendiendo a cumplir mi promesa.
Voy poco a poco aprendiendo lo que es vivir sin ti.
-SEPULVEDA.
